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Con la Ley 18/2022, de creación y crecimiento de empresas o Ley “Crea y Crece”, se ha facilitado la creación de empresas, al reducir su coste económico y simplificar los trámites de constitución. Esta ley se engloba dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, y permite como medida más llamativa, la constitución de sociedades limitadas con un euro de capital.
La entrada en vigor de la norma se produjo el pasado 19 de octubre de 2022, y en cuanto a sus objetivos, destacan “reducir los obstáculos regulatorios, luchar contra la morosidad e impulsar el crecimiento y la expansión de las empresas”. Pasamos a analizar sus principales medidas:
- Se modifica el capital social inicial obligatorio para la constitución de una sociedad limitada, pasando de 3.000.-€ a 1.-€.
Es importante matizar que pese a la posibilidad real de constituir la sociedad con 1,.€ de capital social, hasta que que este capital no alcance los 3.000.-€ que marca la ley, se imponen dos obligaciones específicas:
- Del beneficio obtenido por la sociedad, se debe destinar a la reserva legal al menos el 20% de este beneficio, hasta que la reserva alcance, conjuntamente junto con el capital social, los 3.000.-€.
- En el caso de liquidación, si el patrimonio de la sociedad fuera insuficiente para hacer frente al pago de las obligaciones, los socios responderán solidariamente de la diferencia entre 3.000.-€ y la cuantía del capital que se haya suscrito.
- Para las sociedades anónimas, el capital social exigido no se modifica, debiendo alcanzar los 60.000.-€.
- Mediante el uso del sistema de tramitación telemática Centro de Información y Red de Creación de Empresas (CIRCE) y el DUES, se establece la posibilidad de constituir la sociedad en apenas 10 días, a lo que se le suma la reducción de los costes notariales y registrales. Igualmente, se emplea la estandarización de documentos (como los estatutos sociales) para agilizar la constitución de las sociedades.
- Con la nueva ley, se impulsa el uso de la factura electrónica para las operaciones entre profesionales y empresarios, con el objetivo de “digitalizar las relaciones empresariales, facilitar la transparencia y reducir los costes de transacción”.
- Por último, queremos destacar la adaptación a la normativa europea del crowdfunding, flexibilizando su uso y reforzando la protección de los inversores.
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